Ad hoc

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En este nuevo contexto poético  ya no vale - y  reitero la  admiración que  profeso por Rubén Darío - escribir : <La princesa  está  triste... ¿Qué  tendrá  la  princesa?>.  Aquí  es  una  preferencia  apelar  a la  instancia: Te  envío  la  secuencia  poética X. ¿Con cuánta fidelidad  has  recibido  la secuencia  X? Te envío la secuencia poética Y. ¿Con cuánta fidelidad  has  recibido  la secuencia Y?  Es decir,  hay  una  tendencia a  la recomposición  de la codificación  del   mensaje  a   partir  de un  marco "poético" fragmentado [La poesía es el  mensaje], objetivando  que el producto de las incertidumbres de  recepción ligadas  a  las secuencias  poéticas  X é Y  es mayor  que   la sumatoria  de las  incertidumbres  de las secuencias  X é Y. 
  

[Ruido, señal... Ruido, señal...]
Matriz  que  modula  tu  presencia.  

[Ruido, señal... Ruido, señal...]
Compás  que a  tu imagen  me  encadena.