retrospectiva

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No, no, de  pie. La era, sucesiva.
Rompa  el cuerpo  esta forma pensativa.
Beba mi  seno  este  nacer del  viento.
Una frescura, del  mar  exhalada,    
Me trae mi alma. ¡Salada  potencia!
¡A revivir  en  la  onda, corramos!
              
                           P. Valéry

He  avanzado  poco  o nada  en  todos  estos  años de  introspeción  y si  acaso  he  conseguido  algo, además de ser conciente del valor relativo que tienen  los advervios <poco> o <nada>, es reafirmarme  en la misma  conclusión   taxativa:  el  contexto  del  proceso  creativo    induce a  dos  premisas  básicas  validadas  por  los actuales  estudios  científicos  en  los  que  se  aplica  la  mecánica  cuántica  a  la  neurofisilología  del  cerebro. Una primera premisa derivada del  <Principio  de  incertidumbre>  aplicado  a  los   margenes  superiores -  e inferiores - del  proceso  creativo, que  nos  advierte  que  no  podemos  obtener una  "atención  plena"  al  proceso  in se  y  simultáneamente  al   resultado  per se   que  se  va  generando   en dicho   proceso (valga la redundancia).  De  igual  modo  que  no  podemos   tener   una   "atención  plena"  a  cada  una   de estas esferas por separado, porque de ser  así  violamos los lazos espacio-temporales constituidos entre ambas realidades. La otra   premisa, consecuencia  de  la limitación  impuesta por  la  anterior,   asumida   en  el  <principio de complementariedad>  y  que  implica  que   para  obtener una  realidad  con la  mayor  completitud posible  - y habiendo llegado a la  determinación  de  que  la  completitud  absoluta  es  inabarcable-  es necesario   yuxtaponer, en un  continuo  auxiliar ,  secuencias  de  cada  uno  de  los  posicionamientos.

Siendo así me sorprendo gratamente -al constatar  que  hace  tres  lustros  escribía - con  estilográfica-, en las páginas  -hoy  más ásperas  y  amarillentas- de mi  libro fetiche  Le cimetière  marin,  apuntes  como: 

 "... por el principio de  incertidumbre  de Heisenberg  aplicado  a la  física  del  átomo o como yo lo  llamo  principio  de no-sincronía  en  la  translación  a  la ciencia de  la composición [poética]; no puede existir una  simultaneidad  temporal  [o  espacial]  entre  el proceso de aferencia y  eferencia. Es decir, existe un desequilibrio  entre la esfera  poética [de carácter cualitativo] y la esfera  física [de carácter cuantitativo]. Son  procesos  inversos. ".