Permitir los errores de la realidad para poder verlos desde el futuro, recibir toda la virtud que fue ocultada detrás del defecto.
Eso requiere la pulcritud de tus traductores y de tus intérpretes. No interpretar antes de haber traducido.
Cambiar a otro renglón si me toca traducir a una conciencia que no es la mía.
Son reglas de oro."
MAC 20/3/20