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| CARTAS-ORÁCULO "HARRY POTTER" REFLEXIONES MÁGICAS ( |
Hoy Viernes (quinto día de la semana) seguimos con el mismo "hábito atómico" de sintonizar nuestra resonancia personal con la energía y poder del quinto centro energético (chakra garganta) y abordamos mediante una lectura panóptica con tendencia yang ,de las cartas-oráculo HARRY POTTER ,es decir, desde el futuro al pasado damos una interpretación del primer nivel del codex perla empezando por la carta -derecha- yang o proyecto para, de inmediato, suspendernos en la carta -central- shen o nexo , que hoy se vincula al chakra garganta como centro energético vinculado a Mercurio y relacionado con la verbalización de nuestras emociones y sentimientos además de ser el encargado de reforzar la actitud tácita a la carta yang o proyecto"CRECIMIENTO PERSONAL" (Todo gran mago de la historia ha comenzado siendo lo que somos nosotros ahora: alumnos. Si ellos pudieron ¿por qué no nosotros?) con la carta -izquierda- yin o retro "VALORES Y CREENCIAS" que lleva impreso el mensaje: "Por distinta que sea nuestra procedencia o las lenguas que hablemos, nuestros corazones laten como uno solo" . Todo esta fusión de mensajes tiene el propósito de que la suma de ambas consignas nos ayude a encontrar las respuestas más coherentes a las preguntas formuladas en la carta shen o nexo (ALTOS VUELOS ):" ¿Usarías la piedra Filosofal si pudieras? ¿Cuáles son los beneficios y los inconvenientes de la inmortalidad? ¿Merece la pena? . La circularidad entre pregunta-respuesta entre la carta Yang o Proyecto (futuro) influenciado por Mercurio y la Carta Yin o Retr (pasado) influenciado por la Luna y Saturno que se traduce en una ganancia en píxeles de energía del Chakra garganta que desde el dominio de los signos Géminis-Virgo de hoy podemos solidariamente transferir a los signos opuestos y complementarios, es decir, Piscis-Sagitario con referencia Chakra Sacro. Ellos te lo agradecerán (...)
Letrilla de la Virgen María esperando la Navidad
con qué le envolveré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la luna,
cuando en tus brazos de hechizo
tomas al roble macizo
y le acunas en tu cuna.
Dímelo, que no lo sé,
con qué le tocaré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la brisa
que con tus besos tan leves
la hoja más alta remueves,
peinas la pluma más lisa.
Dímelo y no lo diré,
con qué le besaré yo,
con qué.
Y ahora que me acordaba,
Ángel del Señor, de ti,
dímelo, pues recibí
tu mensaje: «he aquí la esclava».
Sí, dímelo, por tu fe,
con qué le abrazaré yo,
con qué.
O dímelo tú, si no,
si es que lo sabes, José,
y yo te obedeceré,
que soy una niña yo,
con qué manos le tendré,
que no se me rompa, no
con qué.
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