Friday, July 06, 2018

CONECTIVIDAD

"La antena integra un sistema de comunicaciones. Nosotros hemos desarrollado una comunicación entre nosotros, como “elementos vivos” dentro de los cuales somos los que tenemos una autoconciencia, quiere decir que tenemos la capacidad de conocernos y generar modificaciones en nuestro espacio. Eso es lo que caracteriza al Ser Humano como género. Ahora lo que estamos encontrando es la conectividad que los Humanos tienen en relación a ese vehículo planeta que les da el soporte para que puedan realmente tener esa vida en el espacio, que quieren organizar. Entonces hay un mecanismo de conectividad de ida y vuelta, porque eso es la comunicación, un ida y vuelta, que por fin está fuera de la fantasía pero está dentro de la realidad. Eso es lo que estamos ahora en condiciones de presentarle al mundo".


Fragmento editado de la Primera conferencia de prensa en Córdoba - Argentina 24 de febrero de 2017  [Primera conferencia de prensa en Córdoba - Argentina 24 de febrero de 2017]

Sunday, July 01, 2018

ORIGEN

 
 
 
LÓGICA  GLOBAL CONVERGENTE [LGC]



LA LÁMPARA EN LA TIERRA
AMOR AMÉRICA (1400)

ANTES de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales:
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.

El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
             Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.

No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.

Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
oh tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.

Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dije:
Quién
me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.

Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.


                  Pablo Neruda