Saturday, January 13, 2018

SEXTANTE




Por un instante  -en fuga-  trasladé
mi poética  al muro  cuántico.
El concepto  de transformación
era igual... aunque no lo mismo.
Abandonado al pensamiento primigenio
vislumbré  aquellos  ojos
que ayer  cautelosos desdoblaron
mi  pasado, presente  y futuro.
La  paradoja  quedaba  definida
en su orden, en su  idéntico número.
Entonces, impasible,  recordé  la  sentencia
de  mi  idolatrado Wolfgang  Pauli
[El mundo puede verse  con  el ojo  p
o con el ojo  q, pero  si  abres los dos ojos
a  la  vez  te  vuelves  loco]