Justicia poética

Mis  maestros  poéticos  me  enseñaron  que  de  la poesía  recibes  lo  que  das (ni  más  ni menos), por  esa  regla  equitativa  los  poetas  no  deberíamos  preocuparnos  de  lo  que  recibimos  y  sí  de lo  que  damos. Me  recordaba  esa  famosa  frase  de  John F. Kennedy: No  te preguntes qué  puede   hacer    tu  país  por  ti, pregúntate que  puedes  hacer  tú  por tu  país.           

RENACER

[[Por  casualidad  leía  una  entrevista - en  internet-  a  una  poetisa  joven  en  la  que decía  textualmente:“Los  poetas  en  Madrid  viajan  en  metro  y  trabajan  en  pizzerías”. Definitivamente  pensé  que  yo había  dejado  de  pertenecer  a  este  mundo  real…  y  como  preferencia  alternativa: creé   un  avatar  en  Second  Life. Después,  para  reconfortarme  recité unos versos  eternos  de Dámaso Alonso: No era de ritmo, no era de armonía/ ni de  color. El corazón la sabe/ pero decir cómo era no podría/ porque no es forma, ni en la forma cabe//Lengua, barro mortal, cincel inepto/deja la flor intacta del concepto/en esta clara noche de mi boda// y canta  mansamente humildemente / la sensación, la sombra, el accidente/ mientras ella me llena el alma toda]]